La normalidad en la constitución de las mesas y la masiva afluencia de público han marcado las primeras horas del crucial referéndum obligatorio en el que más de 15 millones de chilenos decidirán si aprueban la nueva Constitución.
Los resultados se conocerán unas dos horas después del cierre de las urnas, prevista para las 18.00 horas (22.00 GMT), aunque ya se ha advertido que todos los ciudadanos que se encuentren en la cola a la hora del cierre podrán ejercer su derecho al voto, lo que podría retrasar el escrutinio.
En el interior y exterior de los colegios la sensación era de alegría, con largas filas y un proceso fluido, especialmente en la capital, donde se concentra la mayor cantidad del censo. Aunque se espera que la mayor afluencia se produzca a medida que avance la jornada y se acerque la hora de cierre.
Los expresidentes llaman a la unidad
Los expresidentes de Chile elegidos en democracia han votado con disparidad de opiniones sobre la nueva Constitución y un llamamiento común a la unidad y a la necesidad de dejar atrás la carta magna escrita en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) y reformada parcialmente en democracia.
La primera en ejercer su derecho ha sido la expresidenta Michelle Bachelet, quien ha vuelto a recordar los versos de Pablo Milanés al comentar su opinión sobre el proyecto de Constitución -“no es perfecta, más se acerca a lo que yo simplemente soñé”- y ha subrayado que incluso si ganara esa opción hay voluntad entre los partidarios para poder precisar o hacer ajustes en el texto.
El expresidente Sebastián Piñera, partidario del rechazo, ha instado, por su parte, a la unidad. Ha dicho que el país necesita una nueva constitución y ha asegurado que a partir de esta noche Chile «tiene la oportunidad de una vida más feliz».
El expresidente Eduardo Frei, que también se ha posicionado en favor del rechazo, ha vuelto a insistir en la idea de que el texto a consulta no está bien hecho y ha hablado de la necesidad de avanzar para construir la paz y acabar con la crispación.
El expresidente Ricardo Lagos no ha dicho cuál ha sido el color de su voto, e incluso si ha marcado una de las opciones o ha optado por el blanco. «Lo importante es entender que lo que estamos aprobando es la ley de las leyes, una carta constitucional significa las normas por las cuales civilizadamente los ciudadanos y ciudadanas de Chile resolvemos nuestras diferencias naturales en toda sociedad».
Boric convocará un nuevo proceso constituyente si gana el no
Cerca de tres mil centros de votación han abierto para una de las votaciones más importantes de su historia reciente, en la que más de 15,1 millones de chilenos decidirán si aprueban o rechazan la propuesta de nueva Constitución.
De aprobarse, el texto sustituirá a la actual carta magna, vista por una parte de la sociedad como el origen de las desigualdades del país por fomentar la privatización de servicios básicos, como educación, salud o pensiones.
De rechazarse, seguirá vigente la actual ley fundamental, aunque el presidente, Gabriel Boric, ya anunció que convocará un nuevo proceso constituyente y que se cumplirá con el mandato del plebiscito de octubre de 2020, en el que casi el 80 por ciento de los chilenos pidió un cambio constitucional, detalla EFE.
Boric, acompañado de su pareja, Irina Karamanos, sus padres y su hermano, ha emitido su voto en un colegio de Punta Arenas, uno de los bastiones del mandatario, que comenzó su carrera política allí como senador. Durante el camino hacia el centro de votación, el hermano del presidente ha dicho a la prensa que votan «esperanzados».
Las urnas estarán abiertas hasta las 18.00 hora local y el resultado, que se espera muy ajustado, se conocerá un par de horas más tarde.
Los últimos sondeos mantienen la tendencia a rechazar el texto
Los últimos sondeos mantienen la tendencia a rechazar el texto, pero los expertos alertan de que el escenario está abierto porque por primera vez el voto es universal y obligatorio y hay una gran bolsa de votantes que llevan años ausentes de las urnas.
El nuevo texto declara a Chile un «Estado social y democrático de derecho, plurinacional, intercultural, regional y ecológico», consagra un catálogo de nuevos derechos sociales y establece que su democracia es «paritaria e inclusiva».
«Hay asuntos en que el texto es de los más vanguardistas del mundo, sobre todo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza», ha dicho a EFE el constitucionalista Tomás Jordán, de la Universidad Alerto Hurtado.
Sus defensores dicen que ayudará a crear un Chile «más justo», la principal demanda que los ciudadanos expresaron en la ola de protestas de 2019, mientras que sus detractores argumentan que es un texto «radical» y que «no une al país».
Por: Agencias / Foto: Cortesía