A casa llena, tras dos años de confinamiento por la pandemia, la Virgen del Valle bajó de su trono para felicidad de los neoespartanos y todo el oriente venezolano y lo hizo, tras una misa solemne presidida por el Fernando Castro Aguay, obispo de Margarita.
Castro indicó, a las afuera de la Basílica de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo, que la influencia de la madre de Dios en la vida de los hombres es definitiva, haciéndolos más humanos y mejores hijos de la Iglesia. También recordó que la advocación de la Virgen de El Valle es de las primeras evangelizadora desde hace cinco siglos.
Es el caminar de la iglesia en Margarita y el mundo», señaló el clérigo ayer, 1 de septiembre, durante la homilía, según detalla El Sol de Margarita.
El obispo reconoció que estos últimos años estuvieron signados de enfermedad y dolor por lo que aplaudió a quienes de manera creativa lograron vivir en familia durante estos duros tiempos.
«La Virgen nos debe guiar para ser mejores personas, que todos seamos uno como lo pidió Jesús en el huerto», añadió.
La Patrona de Oriente lució en su bajada un traje diseñado por el valenciano Franco Montoro, inspirado en la proyección que representa la Madre Santísima compasiva, que cubriendo con su manto sagrado, a sus hijos esparcidos por todo el mundo.
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Por: Redacción Regionales / Fotos: Cortesía