Luego de casi dos meses de la ruptura del muro de contención del río Zulia en el municipio Catatumbo, muy poco se ha avanzado en las obras que deben realizarse, ya que sólo hay tres máquinas que colocó el gobierno nacional y tres más que están aportando los productores agropecuarios de la zona, con las cuales el avance de obra es mínimo ante un boquete de casi 180 metros de largo que reorientó el río Zulia hacia un nuevo caudal, llevándose en su camino más de 12 mil hectáreas productivas dedicadas a la ganadería, leche y rubros como yuca, lechosa, plátano, palma aceitera entre muchos más que se vieron afectados.
Son 45 días con las tierras y las instalaciones bajo el agua, ya que jamás se han podido secar, por cuánto el río Zulia a su paso se encontró con Caño Caimán, una arteria de este sistema hidrográfico que, al no tener suficiente capacidad de recibir ese caudal de agua, se desbordó en su margen derecha e izquierda.
Esta realidad tiene caseríos como El Rull, Kilómetro 21, Caña Dulce, Limones y Caño Caimán inundados y amenaza a Encontrados y Valderrama también. A lo largo de la emergencia, y lo q esto conlleva, una realidad salió a flote, y es que en su mayoría, son mujeres agroproductoras las afectadas por esta situación, entre pequeñas, medianas y grandes productoras, lo que las obligó a organizarse en un Comité de mujeres agroproductoras afectadas con la finalidad de gestionar ante los gobiernos municipales, regionales, nacionales e internacionales, los recursos necesarios para volver a producir y recuperar sus fincas.
Quieren hablar con el ministro Ceballos
«Nadie puede imaginar lo q significa tener tu tierra, tu casa, bajo el agua por tanto tiempo» exclamaba Decxy Fernández quien tiene sus enseres bajo el agua y dice que lo único que quiere es un empujón para seguir produciendo.
Neliana Parra había sembrado yuca, plátano y frutales, pero todo se lo llevó el agua. Entre tanto María Gamarra afectada del sector Altamira del municipio Catatumbo indico que es urgente la contratación de empresas que hagan el cierre del boquete, porque ya han sufrido dos inundaciones en un período de 45 días y entendiendo q la tierra está saturada de agua, cualquier otra crecida del río significaría más afectación y más tiempo bajo el agua.
Ante este panorama incierto ellas desean ser escuchadas por el ministro Ceballos y por el mismo Presidente Maduro, porque en su mayoría son madres y cabeza de hogar, quienes viven en sus unidades de producción, con tradición agropecuaria para que conozcan de primera mano el drama que están sufriendo con una emergencia, que lejos de terminar, se agrava con el incremento de las lluvias, para que las autoridades brinden un estímulo para recuperar su tierra, porque ellas están claras y dichosas de su compromiso con los venezolanos de llevarle la carne y la leche a sus mesas.
Por: Nota de Prensa / Foto: Cortesía