Las autoridades sanitarias de todo el mundo confirmaron la semana pasada 3,3 millones de casos de COVID-19, la cifra más baja desde que a principios de noviembre del año pasado irrumpiera la variante ómicron, según se extrae de los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La cifra mostrada en el informe epidemiológico semanal también supone un descenso del 11 % en los casos con respecto a la semana anterior, aunque la OMS continúa advirtiendo que muchos países han reducido considerablemente los test, por lo que la incidencia de la enfermedad podría ser mayor de la que indican los datos oficiales, reseña EFE.
Aunque muchas regiones continúan notificando descensos de casos (del 10 % en Asia-Pacífico, el 30 % en Europa y el 36 % en África), América registró del 23 al 29 de mayo un aumento del 9 % en los contagios confirmados, hasta 1,1 millones.
EEUU fue una semana más el país con más casos reportados (736 mil, un ascenso semanal del 3 %), seguido de China (576.000 contagios, un 6 % más) y Australia (294.000, lo que supuso una bajada del 18 %).
Los fallecidos la semana pasada por COVID-19 a nivel global se elevaron a 9.647, un descenso del 3 % con respecto a los siete días anteriores.
En este caso también hubo una notable subida, del 13 %, en las muertes en América (4.229), mientras que en Europa bajaron un 22 % (3.117) y en Asia-Pacífico subieron un 18 % (1.506).
En el acumulado desde el inicio de la pandemia, se han confirmado al menos 527 millones de casos en todo el mundo, de los que 6,2 millones fallecieron.
Prácticamente todos los casos analizados en laboratorio pertenecieron a la variante ómicron, que sustituyó a la delta como la dominante a finales de 2021.
Dentro de ella, el sublinaje BA.2 es el más habitual, ya que ha sido confirmado en aproximadamente tres de cada cuatro secuencias analizadas.
Por: Agencia