viernes, noviembre 22

Boris Johnson asume «la plena responsabilidad» y reitera sus disculpas por el «partygate»

El primer ministro Boris Johnson asumió el miércoles «la plena responsabilidad» de las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, insistiendo en que su participación «no infringió las reglas» salvo en una fiesta de cumpleaños por la que reiteró sus disculpas.

«Asumo plena responsabilidad de todo lo que ocurrió bajo mi presencia«, afirmó ante el Parlamento tras la publicación de un informe interno según el cual los líderes políticos y altos funcionarios británicos implicados en este escándalo, conocido como «partygate«, deben «asumir la responsabilidad«.

«No se debería haber permitido que se produjeran muchos de estos eventos«, concluyó el informe de la alta funcionaria Sue Gray, sin nombrar al primer ministro británico.

Johnson se justificó defendiendo que, en plena pandemia, sus colaboradores trabajaban muchísimas horas y era difícil «dibujar la frontera entre trabajar y socializar«.

Pero reconoció que «muchos de estos eventos se prolongaron mucho más de lo necesario, infringiendo las normas» y se declaró «sorprendido» por las revelaciones de Gray en unos actos en los que él «simplemente no estaba presente«.

«No se ha determinado que mi asistencia infringiera las reglas«, subrayó, insistiendo en que, cuando hace meses aseguró que las normas se habían respetado, era «lo que creía ser la verdad» y que desde entonces realizó importantes cambios en la gestión de sus oficinas.

Sus argumentos no convencieron sin embargo a la oposición. El nacionalista escocés Ian Blackford lo acusó de haber «perdido la poca autoridad moral que le quedaba» y volvió a pedir su dimisión, como también hizo el Partido Laborista.

«Presencia de altos cargos«

Considerada rigurosa e implacable, Gray comenzó a investigar hace meses las numerosas fiestas celebradas en Downing Street cuando las reglas contra el covid-19 impedían a los británicos reunirse con sus seres queridos e incluso despedirse de los fallecidos por una enfermedad que causó 178.000 muertos en el país.

Terminó su informe en enero, pero la policía decidió abrir su propia investigación y se vio obligada a publicar una versión muy editada de sus conclusiones, omitiendo todos los detalles, para no interferir en las pesquisas.

Scotland Yard cerró su investigación la semana pasada, imponiendo 126 multas a 83 personas por 8 fiestas, y poco después Gray publicó sus conclusiones completas.

«Algunos de los colaboradores menos experimentados creían que su participación en algunos de estos eventos era permisible dada la presencia de altos cargos«, subrayó.

Johnson y su esposa Carrie, así como el ministro de Finanzas Rishi Sunak, recibieron una sola sanción de la policía por el que aparece como el menos importante de los encuentros, una fiesta por su 56º cumpleaños, celebrada el 19 de junio de 2020 en la sala del consejo de ministros.

El líder conservador descartó entonces dimitir asegurando que no se le había «ocurrido en ese momento, ni posteriormente» que su participación en el breve encuentro «pudiera constituir una infracción de las normas«.

El miércoles reiteró sus disculpas por haber asistido a este «breve evento«.

¿Mintió Boris Johnson?

Enfrentado a principios de año a una rebelión interna en sus filas conservadoras que buscaba destituirlo a raíz de este escándalo, Johnson vio después como la guerra en Ucrania cambió el foco de atención a finales de febrero, reduciendo la amenaza que pendía sobre su cabeza.

En el contexto de crisis bélica, y dado el importante papel que el británico ha tenido en la respuesta internacional a la invasión rusa, muchos miembros de su mayoría pidieron esperar al resultado de las investigaciones antes de volver a contemplar un eventual voto de censura, que debe ser solicitado por al menos 15% de los 359 diputados del Partido Conservador.

Muchos diputados conservadores esperaban el informe de Gray para decidir si el primer ministro fue sincero cuando dijo que no tenía la impresión de infringir las reglas, pero este pareció poco concluyente.

Johnson negó además en diciembre ante la Cámara de los Comunes que se hubiesen irrespetado en sus oficinas las reglas impuestas por él mismo.

Pero la oposición, y algunos de los diputados de la mayoría conservadora, denuncian que mintió a sabiendas. Y aprobaron que tras la publicación del informe de Gray se abran los trabajos de una comisión parlamentaria que deberá determinar si Johnson engañó al Parlamento, lo que según el código de conducta debería implicar su dimisión.

Por: Agencia