Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este jueves un deterioro en la atención a los migrantes del Darién, la peligrosa frontera natural entre Panamá y Colombia, a la vez que pidió ayuda a las autoridades panameñas para dar mayor protección a las transeúntes víctimas de violencia sexual.
La organización médica y humanitaria advirtió en un comunicado del peligro de las nuevas rutas usadas por los migrantes, pues están arribando a Canaán Membrillo, una de las primeras poblaciones al atravesar Darién, con lesiones físicas y psicológicas.
«Las condiciones para la recepción de migrantes son insuficientes. Cada día son cientos de personas que llegan a Canaán Membrillo», dijo la coordinadora de MSF en Panamá, Rabia Ben Ali.
En Canaán Membrillo, la nueva puerta de entrada de los migrantes, según MSF, los migrantes «no reciben atención médica, y luego son llevados a San Vicente, donde difícilmente encuentran condiciones adecuadas para la atención, según estándares internacionales”, explicó Ben Ali.
Alrededor de 300 migrantes están llegando a diario a San Vicente, Darién, donde hay una estación de recepción migratoria, y se encuentran con dificultades para acceder a atención médica o servicios de urgencia básicos, alertó MSF.
«Las condiciones de las instalaciones de San Vicente también deben ser mejoradas», agregó Ben Ali.
MSF, que está presente en San Vicente, reveló que no hay acceso general a dormitorios, en el suelo duermen niños y mujeres embarazadas y las condiciones higiénicas son «deficientes», lo que afecta a la salud mental y física de los migrantes.
La organización atendió a 78 pacientes en abril, siendo las enfermedades de piel y dolores corporales, las patologías más detectadas, seguido de las diarreas, infecciones respiratorias y dificultades en el sistema digestivo.
También, asistió a seis pacientes por afectaciones como estrés agudo, episodios depresivos, reacciones ansiosas y duelos relacionados con muertes de familiares durante el camino, así como muertes por ahogamiento.
Hasta abril, cerca de 19.000 migrantes irregulares que viajan hacia Norteamérica han llegado a Panamá tras cruzar el Darién, siendo los venezolanos la nacionalidad predominante.
El año pasado, atravesaron la jungla más 133.000 personas, una cifra histórica y más o menos igual a la registrada en toda la década anterior.
Por Agencia