domingo, noviembre 17

Disidencia de FARC: Estamos esperando respuesta del ELN para fijar cese al fuego con ellos

La principal disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), confía en retomar el cese el fuego en los departamentos colombianos en los que se suspendió, a pesar de que los diálogos con el Gobierno siguen en «standby», y está a la espera de una respuesta del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para poder establecer un alto de hostilidades entre las dos guerrillas.

«Hemos enviado algunas comunicaciones a los compañeros del ELN, y estamos a la espera de que ellos tomen la decisión o la determinación de sentarse con nosotros para evaluar los temas que consideramos fundamentales», aseguró uno de los voceros del EMC, alias «Andrey Avendaño», a través de una entrevista telefónica, reseñó EFE.

Hace un par de meses, en abril, en el macroevento organizado por esta disidencia en la que se dio un baño de masas en una especie de demostración pública de músculo de cara a las negociaciones de paz, el líder del EMC, «Iván Mordisco», adelantó que buscarían un cese de hostilidades con el ELN, con el que se disputan el territorio en departamentos como Arauca.

Por el momento, sin embargo, no se ha dado ningún avance en concreto al respecto, y la situación con el Gobierno también se degradó después que el presidente colombiano, Gustavo Petro, decidiera levantar parcialmente el cese al fuego en varios departamentos.

Disidencia de FARC está esperando respuesta

«Los compañeros del ELN entienden perfectamente que la guerra entre revolucionarios a los únicos que beneficia es a la extrema derecha y a la oligarquía de Colombia (…), ellos van a hacer el gran esfuerzo por mirar a ver de qué manera se puede ayudar a resolver la situación de violencia», aseveró «Andrey» al respecto.

En este sentido, las dos guerrillas deberán «primero dejar las diferencias y segundo ver cómo le apostamos a hacer un cese el fuego entre quienes defendemos una misma bandera».

De llegarse a establecer un cese el fuego entre las dos guerrillas, y con la inminente entrada en vigor del cese el fuego entre el Gobierno y el ELN el próximo 3 de agosto, Colombia viviría, sobre el papel, un cese de hostilidades de gran alcance.

Un estancado diálogo de paz

La situación con el Gobierno, por otro lado, está en el mismo punto: el diálogo «está congelado».

«Pero estamos haciendo el gran esfuerzo por establecer nuevamente una fecha límite para la instalación de la mesa», comentó «Andrey», ya que inicialmente tenía que arrancar el 16 de mayo pero se pospuso tras el asesinato de cuatro adolescentes indígenas por parte del frente Carolina Ramírez, que previamente habían reclutado.

Eso provocó la suspensión del cese el fuego en cuatro departamentos: Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.

El EMC asegura que para poder avanzar la Fiscalía debe aceptar la petición del Gobierno de levantar las cuatro últimas órdenes de captura a los miembros de su delegación de paz, uno de ellos el mismo «Andrey», explicó el vocero de la guerrilla.

Esto es necesario, en sus palabras, para «poder viajar a otros lugares del país a tener reuniones» con otros guerrilleros y altos mandos «para mirar de qué manera abordar nuevamente el cese el fuego».

Cese al fuego con el Gobierno

El EMC y el Gobierno establecieron un cese el fuego el pasado mes de enero por una duración de 6 meses, con posibilidad de ampliarlo. Este mes de junio se vence este primer periodo inicial, a la espera de una extensión que por el momento no ha llegado.

Además, se suspendió en estos cuatro departamentos después del asesinato de los jóvenes, en medio de numerosas denuncias por violaciones y hostilidades en los territorios colombianos y de que este grupo sea el que más infracciones al cese cometió.

No obstante, «Andrey», en nombre de la disidencia de las FARC, ratificó su voluntad de alargarlo: «Consideramos que el cese el fuego es una cuestión de carácter humanitario y que por ende deberíamos de hacer un gran esfuerzo tanto el Gobierno como las FARC para ayudar a que las comunidades que son víctimas de todas estas confrontaciones no tengan que sufrir los embates que conlleva la guerra».

«El cese el fuego es fundamental para salvar las vidas tanto de los combatientes como de la población civil», aseguró el vocero después de reprochar que «el Gobierno no debió haber tomado la determinación de manera unilateral de romperlo» en estas regiones.

Sin embargo, el comandante del Frente 33 de las disidencias, que opera en el Magdalena Medio y Catatumbo, se mostró «optimista» con que el proceso de paz avanzará: «Juntos somos capaces de construir el país que queremos y el que nos merecemos, y en esa dirección le estamos apuntando los guerrilleros».

 

Por Agencia