sábado, junio 29

Elecciones 2021

En Venezuela, país dictatorial según la propaganda gringa, vamos a celebrar las Elecciones Nro. 26, este próximo 21 de Noviembre. Quizás no les arda ni la cifra, ni el ejemplo, pero de que estamos dando catedra de ejercicio del derecho al Voto, en condiciones atípicas por la andanada de medidas coercitivas y agresiones múltiples contra el país, nadie lo puede negar. Ellos; la oposición apátrida ambivalente como siempre, están en un pugilato interno, esperando los lineamientos del Sr Biden, como nuevo inquilino de la Casa Blanca de los EEUU. Para definir su posición política de participar o no, a sabiendas que el Departamento de Estado tiene inherencia en su propio país, mas no así en países soberanos que defienden a como dé lugar un estado de derecho y la autodeterminación como pueblo.

Pues bien, después de sortear una serie de condiciones estridentes para la gobernabilidad del país, nos aprestamos a organizar un proceso electoral múltiple, con garantías constitucionales y una gran voluntad de mantener nuestra decisión soberana de tener: “Independencia, como el Bien más preciado que hemos obtenido en la historia republicana” (Hugo Chávez Frías).

Gobernadores o Gobernadoras, Alcaldes o Alcaldesas, Concejalías y Diputaciones regionales estarán en disputa electoral y ello coloca al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en una exigencia de obtener el mayor número de representantes del pueblo, identificados con la Revolución Bolivariana, con el Chavismo y con el Socialismo como modelo de sociedad a alcanzar, al cual nosotros lo definimos como Ecosocialismo en el marco de un nuevo modelo civilizatorio apegado al respeto y cuido de la Madre Tierra.

Por supuesto que deben ser las y los mejores ciudadanos que deben estar en la palestra y el meollo está en su ubicación dentro del colectivo y la selección para representarnos en el proceso.

Con 26 procesos a cuesta, pareciese fácil decidir el método, no obstante el mejor método es el que nos exige la infalibilidad de seleccionar cuadros revolucionarios; como nos lo decía Chávez, lo estipulan los estatutos del partido y el Libro Rojo como principio fundamental de la ideología política.

Quien es quien, donde están, como identificamos y los seleccionamos para asumir las riendas del Gobierno en su poder Legislativo y Ejecutivo en el andamiaje regional y local, hacer política obedeciendo al pueblo y ejercer un mandato apegado al proyecto político estipulado en La Ley Constitucional del Plan de La Patria.

Surge de esta manera un lineamiento de ensayo participativo, propuesto desde las altas esferas de dirección del partido, para hacer una cruzada masiva y aguas adentro en la estructura viviente y vigente de la organización política con mayor número de militantes del país y ampliándose a la participación de fuerzas políticas aliadas al proceso revolucionario, identificadas como Gran Polo Patriótico en su concepto del nuevo Bloque histórico del poder político.

Ante un reto de tal magnitud por lo riguroso, hemos de ser exigentes y muy ecuánimes en la forma y manera de lograr precisar los cuadros que participaran como candidatos y candidatas, ganándose la confianza de las masas y del partido. Lo cual nos conmina a crear un sistema de selección depurada e infalible para brindar la oportunidad de ser justos a la hora de presentarlos en un tarjetón electoral.

La vida política es un arte, una profesión, una vocación de servicio, un desprendimiento de lo personal por lo colectivo, un accionar sublime al lado del pueblo y sus vicisitudes, en tal sentido deja una huella indeleble, nos marca y nos permite presentar una hoja de ruta que refleja quienes somos, que hemos hecho y bajo que principios sociopolíticos nos guían los procederes. Eso es imborrable y lo denominan Curriculum Vitae donde se acumulan los hechos y las acciones emprendidas y cumplidas, las académicas, laborales, personales y políticas, sobre todo estas que determinan el compromiso, la lealtad y disposición a luchar, luchar hasta vencer.

Desde aquí hemos de pensar y proponer la sistematización del “Quien es Quien” entre los 7 millones de militantes registrados y carnetizados, lo denominamos Baremo Político del PSUV y como sueño concreto, basado en un método científico que precisa la cualificación del militante con la sistematización de su hoja de vida política. Lo Bueno y lo Malo de su vida, los aciertos y los errores. Todo suma pero también resta y cuando alcanzamos un nivel de consciencia política, se concreta en una escala de valores más cualitativos que cuantitativos.

La preparación Académica, la experiencia y experticia de formación en vida, los cargos asumidos, ejercidos y validados por el partido a nivel del Gobierno, de instancias parlamentarias, de participación organizada y reconocida en alguna de las estructuras del poder popular, sectorizado o no, los alcances personales en tareas, oficios, artes y niveles de intelectualidad propositiva, registrada en la comunidad o sector social.

Una actividad relevante es el haber cumplido el primer nivel del proceso de formación política del Sistema de Formación Ideológica Simón Rodríguez, la Escuela Hugo Chávez y la Escuela del Congreso Bicentenario, en todas sus modalidades.

Cuando precisamos en qué nivel de compromiso cumplido esta nuestra cualificación socio política, alcanzaremos el rango preciso para aspirar a ser seleccionado sin riesgo de fallar en la condición ética, militante y revolucionaria. Deslindándonos de rémoras, corruptos, desviados y no confiables para seguir librando la lucha antimperialista y por alcanzar el Ecosocialismo del Siglo XXI.

Por Antonio Rumbos

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