Un yihadista al que la organización Estado Islámico (EI) encargó perpetrar un atentado con un dron cargado de explosivos contra un partido de fútbol entre Barcelona y Real Madrid fue condenado el lunes a 3 años de cárcel por la justicia española.
«El acusado, en el curso de un proceso de rápida evolución, y vinculado al confinamiento de la pandemia de COVID-19 se convirtió en un miembro de DAESH, organización a la que ha jurado lealtad y obedecer todo lo que le mande su líder«, afirma el acta de acusación, sobre este ex empleado de hostelería.
Apelando en marzo de 2020 en Facebook a la «yihad o el martirio«, fue contactado por un reclutador de EI que le inició en el sistema de mensajería encriptado Telegram, mediante el cual se le ordenó cometer un atentado, «purificando de esta forma su vida y asegurándole un sitio en el paraíso«, tras haber bebido alcohol en el pasado y haber vivido alejado de la religión, según el acta.
Su contacto en Estado Islámico le ordenó hacer sobrevolar un dron con explosivos en el estadio del Barça durante el partido y hacerlos estallar en el interior.
Detectado en abril, la policía lo detuvo un mes después, en mayo de 2020. Según la prensa española, vivía en Barcelona.
El juicio de este lunes en la Audiencia Nacional de Madrid -la instancia que juzga casos de terrorismo- duró sólo unos minutos. Según un portavoz del tribunal, fue condenado a tres años de cárcel tras un «acuerdo entre todas las partes«.
El estadio del FC Barcelona, que tiene capacidad para 99.000 espectadores, ya fue objetivo potencial, con la basílica de la Sagrada Familia, de la célula yihadista que en 2017 mató a 16 personas en Barcelona y la localidad turística cercana de Cambrils, también en Cataluña (noreste).
Por: Agencia